Presentamos a el Austriaco, Iván Illich (1926-2002). Conocicido por su trabajo como pedagogo. En Roma, se licenció en filosofía y teología, además de doctorarse en historia.
Al ser nombrado profesor funda lo que más adelante se llamaría Centro Intercultural de Documentación de Cuernavaca (1961). Sus obras más representativas son:
La sociedad desescolarizada (1970) donde se expone un ataque al sistema educativo moderno, La Némesis Médical, un análisis de la perversión de los sistemas de salud y La convivencialidad, crítica de los programas de desarrollo de los años sesenta.
Otras Obras de Interés:
- La sociedad desescolarizada (Enlace)
- La convivencialidad (Enlace)
- Energía y equidad
- Alternativas
- Juicio a la escuela
- Némesis médica (Enlace)
- Educación sin escuelas
- La escuela y la represión de nuestros hijos
- Para Schumacher
- El género vernáculo
- Ecofilosofías
- El H2O y las aguas del olvido
Página Oficial:
http://www.ivanillich.org.mx/
Bibliografía:
Buscabiografias.
Reflexiones:
- Dafne Argiles:
La
influencia del contexto
preindustrial y capitalista
en el que vivió Iván Illich, destaca
en sus ideas como puede
mostrarse en su obra “La
sociedad desescoralizada” (1970). Habla
sobre la necesidad de desvincular la escuela de la burocracia a causa
de la contradicción que supone en cuanto a los valores que hay que
enseñar (igualdad, solidaridad...) en la escuela frente a los que
predominan en la burocracia (dominancia, desigualdad...), criticando
la creación de individuos pasivos,
competitivos y consumistas desde el propio sistema educativo, así
como, el acceso a estudios superiores a las clases privilegiadas.
La
visión de Illich en cuanto a la escuela, es la de una escuela
propulsora de las ideas burocráticas, que además, controlan los
aprendizajes de los alumnos mediante los exámenes instaurando
una metodología, alienante,
memorística y repetitiva. Es
decir, una escuela creadora de alumnos en función de los intereses
de unos pocos, los burócratas. Por
lo tanto, la crítica que realiza Illich, en este sentido, es el
poder que ejercen las instituciones mediante las escuelas para que el
pueblo sirva a las instituciones en lugar de ser ellas quienes sirvan
al pueblo.
En
cuanto al conocimiento, contextualizado en la sociedad capitalista,
pasa a convertirse a través de la escuela, en una mercancía ya que
en función a el conocimiento se adquirirá un rol determinado,
oprimido y consumista, dentro de la sociedad.
Por
otro lado, los profesores, también sumisos, obedecen las leyes en
lugar de enfrentarse a las injusticias. Su papel en la sociedad es
crear alumnos pasivos, así como, decirles lo que si deben y no deben
de hacer.
La
propuesta de Iván Illich es crear una educación basada en el
aprendizaje libre, creativo, motivada
en cuanto al saber y la riqueza cultural. Defiende,
frente al tipo de educación de su realidad, que el
aprendizaje del niño no necesita de una persona que le enseña ya
que él mismo aprende de forma autodidacta.
En
mi opinión, la situación que describe Iván Illich, es
prácticamente la misma en la actualidad. Habla sobre la desigualdad
en cuanto al acceso a estudios superiores universitarios y eso mismo
está ocurriendo, especialmente desde que comenzó la crisis
económica española en el 2008, donde se acentúa la distancia entre la
desigualdad económica ya que no todo el mundo puede pagarse un grado
universitario.
Lamentablemente
la configuración del
sistema educativo a
lo que se refiere al contexto económico y cultural, a penas
ha cambiado a lo largo de los años, sin embargo, si que existen
algunos profesores críticos y reflexivos que se manifiestan
discretamente o abiertamente en las aulas tratando de romper la dinámica pasiva
existente.
En
este sentido, el profesor tiene un importante trabajo que realizar.
Concienciando a sus alumnos de la realidad capitalista en la que
viven, creando personas activas. La era en la que vivimos, la era de
la información, puede ser un arma de doble filo ya que esta
información también se utiliza en función a los intereses
económicos. Sin embargo, esta herramienta puede ser muy útil ya que
si gestionamos correctamente la información que recibimos podemos
aprovechar muchas circunstancias “gratuitas”. Se puede decir, que
una de las funciones que surgen ante las necesidades de La Tercera
Revolución Industrial es enseñar a los alumnos a gestionar
correctamente toda la información que reciben, así como
interpretarla y comprendela, además de enseñarles alternativas
frente al consumo para que puedan ampliar sus opciones.
A
continuación, quiero agregar un vídeo ya conocido por todos (en
clase), donde se muestra la situación actual del sistema educativo,
según Ken Robinson y tiene cierta
relación con el pensamiento
de este autor, Iván Illich.
- Cristina Rodríguez:
Ivan Illich, publica esta obra en 1971, y desde su punto de vista define la escuela como "proceso que especifica edad y se relaciona con maestros, y exige asistencia a tiempo completo a un currículum obligatorio" En cuanto a la edad, es totalmente cierto, ya que en las escuelas se agrupan a los niños por edades, y no por las capacidades que posea cada uno. En cuanto a la relación profesor-alumno, los alumnos aprender lo que los maestros pretenden enseñar, pero no de ellos, si no de sus iguales, con lo que en esta obra se dice que el profesor se convierte en custodio, predicador y terapeuta.
¿Por que hay que estar en la escuela a jornada completa?, porque por su naturaleza, tiende a "reclamar la totalidad del tiempo y las energías de sus participantes".
Un punto importante a destacar aquí, es que asuntos como el trabajo, el tiempo libre, la familia, etc. dependen de las escuelas en cuanto a hábitos y conocimiento, en vez de convertirse en medios de educación.
Todo esto, para Ivan Illich son puntos negativos y con esta obra propone la desescolarización, utilizado para referirse a procesos que llevarían, una vez suprimida la escuela, a la desalineación del hombre y a una sociedad justa y humanizada. Propone crear un nuevo estilo de aprendizaje, donde deben cambiar muchas cosas, sobre todo la actitud frente al proceso de enseñanza y al desarrollo humano de cualquier tipo. Hace falta interés por aprender, compromiso de una sociedad educadora y no permitir que se siga inculcando la información que las instituciones quieren dar. Para todo ello tendría que haber tres objetivos, que bien marca Illich:
- Poder acceder a cualquier medio de aprendizaje a lo largo de la vida
- Transmitir información de unos a otros
- Libre elección de poder transmitir el saber que el individuo tiene
Todo esto me recuerda bastante a lo que esta pasando actualmente, sobre todo en cuanto a acceder a las universidades, que con la crisis económica que hay en España parece que sólo van a poder estudiar los ricos. Pienso que es triste, que gente que tenga ganas de entrar, de sacarse una carrerera y que por motivos económicos no pueda, ya que la matrícula de las universidades está por las nubes.
Como conclusión, destacar un aspecto importante en esta obra, y es que se debe fomentar más el aprendizaje a través de juegos, pero no sólo centrados en la rivalidad, si no en cooperación, cohesión, etc., y un aprendizaje creativo y explorativo donde los niños sean capaces de ver otras alternativas y sean ellos mismos los que encuentren la respuesta,(teorías constructivistas) de manera que el profesor guíe y oriente, entre otras cosas, pero no de "todo hecho", y no se base sólo en aprendizaje memorístico.
- Natalia Vaquerizo:
Iván
Illich, defiende el método de estudiar fuera del entorno de las
escuelas, no lo comparto tal y como lo expone, es demasiado tajante y
radical en su propuesta de educación. Me parece bien que se
propongan cambios. De hecho hay métodos de enseñanzas en la
actualidad fuera de la escuela, por ejemplo: “estudiar en casa”
con buenos resultados fuera de España, aquí aún es un sistema muy
novedoso, y/o las escuelas Summerhill, cierto es que éstas últimas
son escuelas, pero tienen una filosofía diferente a las escuelas
convencionales, son más abiertas. En el caso de “estudiar en casa”
es un método que no tiene demasiado acogimiento en nuestro país.
Considero que en la primera etapa del niño está bien esa opción,
que sea la familia la que se ocupe de esa responsabilidad, siempre,
con una preparación y responsabilidad adecuada de las familias.
Desde luego, Iván Illich tiene toda la razón para decir que la vida
misma es una escuela, se aprenden habilidades de socialización, pero
todo tiene que tener su lugar y en este caso la escuela es el lugar
para aprender de manera correcta las herramientas para el futuro a
partir de una edad, aunque no sepamos muy bien los caminos a tomar.
No hace tanto tiempo, había un alto nivel de personas analfabetas,
sabían muchas cosas de la vida, pero sin recursos para poder hacer
frente a las necesidades de los tiempos (leer, escribir, comunicarse,
expresarse). Entiendo que diga que la escuela se ha convertido en una
industria y que su crítica sea en ese ámbito, no en el hecho de
estudiar dentro del centro escolar.
Javier Bravo
Javier Bravo
Ivan
Illich. La sociedad desescolarizada.
Ivan Illich
(1926-2002) nació en Austria pero, entre otras cosas, debido a la
persecución de los judíos por parte de los nazis, hubo de emigrar a
Italia y tanto su formación como su posterior labor profesional, que
era en realidad y también de tipo pastoral pues se ordenó sacerdote
católico en la década de 1940, tuvieron lugar en distintos países.
Fue una
persona muy crítica con la sociedad capitalista sobre todo, además
del económico, en lo que se refiere a los ámbitos educativo y
médico por considerarlos de particular importancia.
La conexión
entre sociedad y escuela es también evidente para este autor y así,
responsabilizando a una de los males de la otra, tanto como al
contrario, plantea la abolición de la escuela como idea para
desestructurar la sociedad tal y como está concebida hoy en día.
Todo esto lo aborda y expone en el ensayo La sociedad desescolarizada
de 1971.
Si al hablar
del libro de Paulo Freire dije que me había gustado mucho, he de
decir que este ensayo de Ivan Illich me gustado en general aún más.
Esto es sobre todo porque mucho de lo sugerido por Ivan Illich me
resulta más novedoso y podemos decir que desafiante y digno de
reflexión. Aun así hay algunos puntos con los que no estoy de
acuerdo en absoluto y estos vuelven a ser los que parecen asumir al
hombre como individuo libre y único responsable de su
educación-formación, capaz de llevarla a cabo sin activa
intervención (y fábrica, no me supone ningún problema decirlo
porque es así; aunque esta deba ser orientada a la autonomía y el
pensamiento crítico, científico y propio) de otros; y el asunto
final de la esperanza frente a las expectativas, que bien puede
conectarse con lo mismo.
Dicho lo
cual el ensayo plantea una primera crítica parecida a la que hace
Paulo Freire y en o con términos y estilo muy parecidos, es decir,
la claridad y la ausencia de artificios. De hecho también Ivan
Illich critica la apropiación y manipulación del lenguaje por el
capitalismo para general lo que Marx llamó ideología (falsa
conciencia), si bien ninguno de los autores entiende necesario u
oportuno citarlo explícitamente. Nos habla de ricos y pobres y del
fracaso de esta sociedad en esencialmente todos sus aspectos, que son
en realidad uno: hacer personas plenas y felices.
De nuevo me
interesa mucho el planteamiento o crítica que se hace del sistema
educativo y de la educación en general como elemento de ascenso
social en realidad imposible de generalizar y particularmente
difícil, por supuesto, incluso a título individual, para los
pobres.
También y
en relación con ello resulta esencial llamar la atención sobre el
acierto de señalar las consecuencias que esta forma de entender la
educación y la correspondiente escolarización que la acompaña
tienen en la propia concepción e imagen que se forman de sí mismas
las clases bajas de la sociedad y el gran impedimento que esto
conlleva para cualquier forma de emancipación.
Así, se
habla de alienación, desclasamiento, dependencia, sometimiento,
falta de recursos con los que entender y moverse en el mundo (no solo
económicos sino intelectuales)... en un momento en el que todas
estas cuestiones quieren hacerse pasar como algo del pasado. Puede
ser o conectarse perfectamente con la idea de "pobreza
modernizada" que utiliza Ivan Illich en la cual los pobres
piensan como ricos y siguen viviendo como pobres.
Muy
distintas a las de Freire son las consecuencias de este riguroso y
acertado análisis que se hace de la sociedad capitalista y las
propuestas de cambio o solución sugeridas, que, como el propio
nombre del ensayo indica, pasan por la eliminación de la institución
escolar tal y como se entiende hoy día y con ello de todo otro tipo
de organizaciones similares en su funcionamiento. Proponiendo como
alternativa nuevas relaciones de distribución, intercambio y
disponibilidad de los conocimientos (que hoy se leen obsoletos por
una cuestión de anecdótico desarrollo tecnológico pero el cual
precisamente no habría sino facilitar e insistir aun más en lo
propuesto, muy concretamente con Internet).
Aun a pesar
de lo drástico e inusual de la propuesta principal de Illich (y no
por ello despreciable, al contrario), dos ideas sí me parecen muy
interesantes e inmediatamente asumibles: gran parte del conocimiento
se obtiene fuera de la escuela (y mucho más podría obtenerse si se
hicieran las cosas de otra manera, con lo que no parecen estas
realmente imprescindibles) y la oposición que se hace entre
escolarización (como un período claramente delimitado de la vida)
frente a la de "la vida como experiencia educativa".
Ojalá este
tipo de análisis y propuestas estuvieran más presentes en cualquier
debate actual, tanto que nos llenamos la boca hablando de pensamiento
crítico y enunciando, como si fueran la última novedad, unos
principios educativos y pedagógicos que entre otras cosas llevan
propuestos cientos de años (otra cosa es que se asuman, se
interioricen o si quiera que se pongan en marcha de alguna manera
remotamente cabal).
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